jueves, 8 de enero de 2015

Empecemos el año con Cerveza

Después de haber descansado y aprovechando las fiestas navideñas este año lo quiero comenzar, además de mis más sinceros deseos positivos para todos mis lectores, con algo de cerveza; año nuevo, vida nueva dice el adagio popular en mi país pero para mí hay algo inmutable: El amor a la cerveza.

En estas pasadas fiestas si fue mucho lo que se compartió con este producto, y hasta regalos temáticos cerveceros recibí y entregue a mis seres queridos, fueron muchos los momentos gratos que pude compartir con todos y con la cerveza y este año me propongo que esta tradición no se pierda y asimismo poder contribuir en la industria local cervecera, lo que sería conseguir trabajo en alguna empresa cervecera (en la cervecería local de mi ciudad) y poder desempeñarme y hacer lo que amo.

Ya dejaré los propósitos y buenas intenciones para hablar del tema que me gusta y de una experiencia reciente:

Caminando por mí distribuidora local de cervezas y después de pasar un largo rato viendo cual cerveza me faltaba por probar encontré algo que me llamó la atención: cervezas libres de alcohol. Las marcas colombianas que tienen estos productos le apuestan a consumo responsable de sus productos y a la inclusión de los mismos en mercados nuevos, lo que me parece oportuno y apropiado que no se extienda la visión de que la cerveza solo emborracha como ya he escrito anteriormente. (Ver http://catandocerzas.blogspot.com/2014/10/como-tomar-cerveza-comohe-dicho.html )

Pero ¿qué tan preparado está el consumidor para estos productos?

En la tarea de responder esta pregunta pregunté a muchos consumidores de las cervezas sin alcohol y el 99% de las personas mostraron su desencanto por el producto: “Es como tomar cebada y no tiene gracia”, “Gusta más un dulcecito de anís” y la que me pareció más ocurrente “eso pa` que si no emborracha”. La visión de estos productos son muy cerrados para el consumidor que busca el confort de una bebida con alcohol pero mesurado, es decir, que nuestro paladar está más acostumbrado a la cerveza tradicional que otros tipos, en este caso el que es sin alcohol, no saben bien y además del sabor no se introducen al mercado de forma que llegue al público adecuadamente.

Las cervezas sin alcohol son buenas bebidas hidratantes que tienen muchas propiedades saludables para el cuerpo, es tan buena que se les recomienda a deportistas de alto rendimiento para reponer fluidos y aún más, es propicio que las mujeres en estado de lactancia beban cerveza sin alcohol para que sus cuerpos puedan producir mayor cantidad de leche materna, esto por las ventajas saludables de la cebada. Son estos datos que el consumidor no sabe y aunque Águila esté haciendo fuerza para que su producto sin alcohol se apodere de los escenarios deportivos no tienen un argumento sólido para respaldarlo. Es acá donde la publicidad juega un papel único en la forma en se sectoriza el producto.

Lo demás es que las empresas deben mejorar la forma en que muestran sus productos y más a quien van dirigidos. Comunicarle a los sectores que son el producto adecuado puede, aparte de mejorar las ventas, generar una mayo cultura alrededor de la cerveza.


Y como siempre A POR LAS POLAS!!!