miércoles, 19 de octubre de 2016

Octubre, el mes de la cerveza.

Para la mayoría de los Colombianos Octubre es un mes preparativo para la navidad. Un mes que se celebra a los niños y a la ahora tradición de disfrazarse, cosa que parece parte del folclor dada la gran cantidad de niños y adultos que aprovechan una noche al año para vestirse como les provoca.

De un tiempo para acá se ha visto como las tradiciones se van volcando para celebrar otro tipo de fiestas. En las gráficas locales se ven menos el espantapájaros y más las rubias con las jarras de cerveza. Esto me ha generado mucha curiosidad porque en vez de distinguir las típicas decoraciones, que se frecuentaban años atrás (en mi infancia) de los contrastantes negro y naranja, se notan más ofertas de celebraciones festivas dirigidas por cerveza.

El Oktoberfest es la fiesta cultural más grande del mundo, que no solo gira al rededor del consumo de cerveza también lo hace entorno a la comida, la música y otras demostraciones artísticas, bien sean artesanías o manualidades. En este evento se congregan a personas de todo el mundo y este evento los sumerge en historias y narrativas propias las tradiciones orales que nos definen como especie.

Esta festividad ha llegado a Colombia y se ido fortaleciendo tanto, y tan fuerte, que da gusto. Ver, no sólo, como las empresas o negocios cerveceros hacen su propia versión de Oktoberfest (de las que ya se ha hablado en este blog) donde promocionan y mueven una infinidad de explicaciones por las que la cerveza es la ahora reina de la fiesta.

Lo interesante es como se desplazan, las ya mencionadas gráficas y tradiciones, y se adoptan otras. Esto me hizo sentido: ver como desde septiembre empiezan a poner los decorados de navidad. Y realmente esto es algo práctico, es mejor tener las polas listas para navidad que tener que cambiar las decoraciones de halloween por las anheladas navideñas.

Todo esto viene a que la cerveza es articuladora de los procesos culturales de la humanidad y por esto debe ser tomada en serio. Las cervezas no solo son para la festividad, son para darle un sentido al mundo y al compartir con otros.

Llámalo como quieras: dios, zeus, alá… deidad, pero como dijo Benjamin Franklin “la cerveza es la muestra de que él nos ama”. 


Y dicho esto: A por las polas!!!

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